Conocemos a Best Niagara a través de su reciente EP Las malas artes en que la música acústica de foco y autor se fusiona con intendencias pop. El grupo cuida mucho de la voz, de la entonación y sus cualidades profundas, no así de unas rimas por momentos flojas o forzadas.
En esta referencia cada canción repite la misma estructura sonora una y otra vez con escasas variaciones, empobreciendo el resultado final y tornando las composiciones planas. Eso sí, Best Niagara arranca de sus manos un sonido puro, genuino y atractivo; aciertan con el formato en corto. Un nombre cuya evolución seguiremos de cerca con la esperanza de que pulan sus matices y nos regalen mejores trabajos pronto: cuentan con todo lo necesario.